Aunque la preparación es dura y el objetivo se suele conseguir a medio o largo plazo, formar parte del equipo de odontólogos de la sanidad pública es una de las opciones que te puedes plantear al terminar la carrera. Pero, ¿por dónde empezar? ¿Son suficientes las plazas que se ofertan? ¿Traerá el nuevo Plan de Salud Bucodental más oportunidades laborales?
Con una población de 47 millones de personas, España solo cuenta con 1.300 dentistas en la sanidad pública, un dato que dificulta la accesibilidad y la calidad de la atención dental en el ámbito público. En este sentido, a medida que el Gobierno contempla planes para ampliar las coberturas gratuitas, persisten preocupaciones que llevan años denunciándose. De hecho, el Dr. Eduardo Ruiz Martín, médico odontólogo en el C.S. San Juan de Salamanca y secretario general del CSIF Salamanca, destaca que «en los últimos años se ha evolucionado muy poco. Llevamos 20 años en los que se invierte en material, pero no en incorporar especialistas. Y se necesita más personal para llegar a más gente».
Y es que, según explica el Dr. Ruiz Martín, aunque algunas autonomías han aumentado de forma leve el número de dentistas públicos, «en general, el número de dentistas no ha variado e, incluso, ha descendido en algunas otras en las que no se ha reemplazado a los especialistas jubilados». Por su parte, el Dr. Óscar Castro, presidente del Consejo General de Dentistas, comenta que «nos enfrentamos a desafíos significativos, principalmente debido a la limitada oferta de servicios y de atención bucodental en comparación con la demanda de la población. Los desafíos incluyen la escasez de recursos, la limitada cobertura de tratamientos y la necesidad de actualizar las infraestructuras y tecnologías empleadas».
Llevamos 20 años en los que se invierte en material, pero no en incorporar especialistas
Además, destaca el Dr. Castro, «los dentistas públicos a menudo nos vemos sometidos a una alta carga de trabajo que puede afectar considerablemente a la calidad del servicio y a las propias condiciones laborales del facultativo».
Impacto del nuevo Plan de Salud Bucodental
Frente a los planes del Gobierno actual, presentados en enero de 2024, para ampliar los servicios gratuitos de Odontología, los especialistas se cuestionan cómo gestionarán la nueva demanda de pacientes. Para el Dr. Óscar Castro, «el nuevo Plan de Salud Bucodental propuesto por el Ministerio de Sanidad se espera que tenga un impacto positivo en la práctica diaria de los dentistas en la sanidad pública, mejorando la accesibilidad y la calidad de los servicios dentales. Aspectos especialmente positivos incluyen la promoción de la prevención y el enfoque en poblaciones vulnerables».
Sin embargo, explica el presidente del Consejo General de Dentistas, para maximizar la efectividad del Plan, es necesario «mejorar en la asignación de recursos suficientes para su implementación y en el fortalecimiento de la coordinación entre los diferentes niveles de atención sanitaria. Y cuando hablo de recursos, también me estoy refiriendo a los profesionales. Es insostenible ampliar coberturas a 47 millones de personas si no se contratan más dentistas y realmente se apuesta por especializar oficialmente a estos profesionales».
Los dentistas públicos a menudo nos vemos sometidos a una alta carga de trabajo
De hecho, tal y como apostilla el presidente de la entidad, «la actual plantilla de dentistas en la sanidad pública es insuficiente para atender la demanda prevista con la implementación del nuevo plan del Gobierno». Por este motivo, el Dr. Castro ve fundamental aumentar el número de profesionales, así como mejorar las condiciones laborales de los mismos para atraer y retener talento en el sector público. Del mismo modo se expresa el Dr. Eduardo Ruiz Martín, quien ve insuficiente el número de dentistas y la inversión económica establecida por el Ministerio de Sanidad, que se sitúa en los 68 millones de euros.
«De 68 millones de euros entre una población de 47 millones de habitantes, ¿a cuánto tocamos por habitante en gasto sanitario? ¿Un euro y medio? Es obvio que, desde el inicio, ya empezamos a quedarnos cortos…». Por esta razón, el experto resalta la importancia de incrementar los recursos humanos en la Odontología pública: «Por ejemplo, si vamos a crear un nuevo centro de salud en una zona donde está creciendo la población, es necesario instalar desde el inicio una Unidad de Salud Bucodental, y así, poco a poco, a medida que se van incrementando las coberturas, también se incrementan el personal y el conocimiento de la población para que sepa que tiene un dentista gratis».
Ámbitos necesarios para extender la cobertura pública en Odontología
En este sentido, es esencial identificar las áreas clave para ampliar de manera efectiva la cobertura pública en Odontología. «Es complicado establecer un cronograma que defina cuándo y de qué manera hay que ampliar las coberturas, pero las áreas donde más se necesita la ampliación de la cobertura pública incluyen los tratamientos preventivos y de mantenimiento, la ortodoncia en casos clínicamente justificados, y los tratamientos para enfermedades periodontales y otras afecciones crónicas que afectan a la salud general», comenta el Dr. Óscar Castro.
Del mismo modo, el Dr. Eduardo Ruiz Martín hace especial mención a la insuficiencia de las coberturas: «La mayoría de las autonomías estamos derivando a los pacientes a la privada para que se hagan tratamientos que no se hacen en la sanidad pública. De ahí la necesidad de un plan en el que se aumenten las coberturas. De hecho, en el nuevo plan se habla de dar atención a los mayores de 65 años, a los pacientes con cáncer de cabeza y cuello, a pacientes en paro, pacientes con necesidades especiales…, en realidad todo esto ya lo estamos viendo. Lo que pedimos es que se concreten las coberturas. Por ejemplo, en el caso de las personas mayores que son edéntulos, no es cuestión de poner implantes, pero una dentadura sí que es perfectamente asequible. Es decir, hay cosas que se pueden ir aumentando progresivamente».
Plan de Salud Bucodental: ¿qué es y a quién beneficia?
El 15 de junio de 2022, el Gobierno de España aprobó el Plan de Salud Bucodental dotado, en principio, con 44 millones de euros, a los que sumó otra transferencia de 68 millones el 30 de octubre de 2023, destinando así un total de 112 millones en dos años para mejorar la prevención, ampliar los colectivos beneficiarios y el personal que los atiende, a equipamiento y material.
Los objetivos de este Plan incluyen: homogeneizar las prestaciones de atención bucodental en el territorio nacional; garantizando a los ciudadanos la equidad en su acceso, con independencia de su lugar de residencia; e incrementar los servicios comunes que hasta ahora no se prestaban por la sanidad pública, con un enfoque preventivo y priorizando a los siguientes colectivos: infantojuvenil, embarazadas, adultos con discapacidad intelectual y pacientes con cáncer de cabeza y cuello y personas con enfermedades neuromusculares.
En este sentido, entre las actuaciones se incorporan revisiones periódicas; tratamientos preventivos como tartrectomías; aplicación de sustancias remineralizantes, antisépticas y desensibilizantes; y el sellado de fosas y fisuras para todos los colectivos priorizados.
Igualmente, se cubren actuaciones de carácter restaurador, como obturaciones en lesiones que no asocien daño pulpar irreversible; tratamientos pulpares; y la reubicación, estabilización y ferulización de dientes incisivos y caninos definitivos en caso de traumatismos de la población infantojuvenil y de las personas mayores de 14 años con discapacidad intelectual o con una discapacidad limitante de la movilidad de los miembros superiores.
Profesionales invisibles
Además de incrementar la cantidad de especialistas y de implementar un plan a largo plazo que incorpore nuevas coberturas, los dentistas de la sanidad pública también solicitan mayores esfuerzos para difundir su labor, ya que muchas personas aún desconocen su existencia.
Ruiz Martín se lamenta de que «en estos últimos años no hemos sido capaces de hacer pedagogía sobre la importancia del odontólogo en la sanidad pública. Y por eso, a fecha de hoy, todavía hay muchísima gente que desconoce que existe un dentista en la seguridad social con una cartera de servicios que pueden ayudar a la población. Este desconocimiento por parte de la población es otro gran problema».
¿Cómo trabajar en la Seguridad Social?
¿Y qué hacer para trabajar como dentista en la Seguridad Social? Si eres un recién graduado y quieres poder optar a una plaza en el futuro, el Dr. Manuel Enciso Ripoll, odontólogo en la Consejería de Sanidad Universal y Salud Pública de la Generalitat Valenciana, destaca que «debes por un lado, desarrollar tu actividad privada; y, por otro, formarte y conseguir ‘puntos’ de cara a un futuro proceso selectivo».
En este sentido, explica, «aconsejo mirar convocatorias en varias comunidades autónomas, ya que siempre se podría aprobar oposiciones y, posteriormente, moverse entre comunidades. También es necesario mirar los baremos de cada oposición para entender qué es lo que se tiene más en cuenta». En algunas comunidades los idiomas de las mismas son absolutamente necesarios y tener el doctorado, publicaciones, másteres o cursos de postgrado, permite ganar puntos.
Para trabajar en la Seguridad Social es importante formarse de cara a un futuro proceso selectivo
«En la gran mayoría de los concursos oposición se valora mucho el tiempo trabajado. Y eso es algo que los recién graduados no tienen. Así que, para conseguirlo, deberán apuntarse a las bolsas de empleo de Sanidad, para, poco a poco, ir haciendo sustituciones e ir puntuando. Y, por supuesto, estar pendientes de todos los procesos selectivos de todas las comunidades autónomas posibles para presentarse a ellos y mejorar su posición en las diversas bolsas», cuenta el Dr. Manuel Enciso.
«Estas oposiciones son duras y complejas, requieren de mucho estudio, precisamente porque hay mucha competencia. Por tanto, hay que prepararlo bien, normalmente con un año de antelación. Pero, además de trabajar lo máximo posible en la sanidad, también es recomendable recibir formación, que es otra de las patas rotas de esta profesión en el sector público», cuenta, por su parte, el Dr. Eduardo Ruiz Martín.
Ventajas y desventajas de trabajar en la sanidad pública
Ventajas
–Sentido de contribución social. «En mi caso particular, como dentista del Sistema Murciano de Salud,-cuenta el Dr. Óscar Castro-, valoro mucho la oportunidad que tengo de contribuir a atender a personas que realmente lo necesitan y que, en muchos casos, jamás han pisado la consulta de un dentista privado. Cuando puedes ayudar a personas con dolor orofacial severo, con problemas serios de infecciones orales, te sientes recompensado».
–Trabajo en el ámbito multidisciplinar. Para la Dra. Ma Dolores Temprano Maroto, odontóloga del CS Sierra de Guadarrama de Villalba y miembro de la Comisión de Atención Primaria del COEM, «indiscutiblemente, la ventaja mayor es trabajar en un ámbito sanitario multidisciplinar.
Estar profesionalmente integrado en un centro de salud permite relacionarte con otras categorías profesionales sanitarias que también tienen como objetivo la salud del paciente de un modo integral, y nosotros participamos en ese cuidado desde la consecución de la salud oral, bien directamente con los compañeros del centro o con los de servicios hospitalarios de la zona de referencia».
–Labor en la prevención. «Otro factor positivo del trabajo del dentista en la sanidad pública -comenta la Dra. María Dolores Temprano- es la facilidad que tenemos para poder incidir en los hábitos para la salud oral a nivel comunitario con talleres, educación para la salud, programas específicos, y también puedes desarrollar actividades preventivas con más facilidad, etc».
–Estabilidad laboral. La estabilidad laboral del sistema sanitario público, acompañado de una rutina de horarios cómodos y sin nocturnidad, facilita la conciliación y es uno de los puntos positivos de este trabajo.
–Menos presión económica. «Disfruto mucho trabajando en la sanidad pública, entre otras cosas, porque no estoy sometido a la presión económica -asegura el Dr. Eduardo Ruiz-. Gano un sueldo razonable para nuestra condición de especialista cualificado. Es verdad que todo el mundo quiere ganar más, pero yo no tengo la presión económica a la hora de trabajar y trabajo mucho más satisfactoriamente».
Desventajas
–Limitaciones en recursos y equipos. Entre los aspectos negativos, el Dr. Castro destaca: «La sobrecarga de trabajo, la limitación en la disponibilidad de materiales y tecnologías de vanguardia, y la imposibilidad de hacer tratamientos que según el criterio profesional podrían ser necesarios, pero que no están cubiertos por la sanidad pública».
–Falta de autonomía. Una de las grandes desventajas para la Dra. Ma Dolores Temprano es que «no tienes mucha autonomía para desarrollar una profesión tan liberal como es la Odontología. Eres un trabajador por cuenta ajena, sometido a muchos indicadores implantados que a veces cuesta ver la finalidad. No tienes libertad para elegir materiales ni de organizar tu trabajo, pues sueles tener una agenda con un modelo común implantado. En ese sentido, tampoco tienes la opción de desarrollar muchas facetas técnicas y terapéuticas de la profesión, pues nos tenemos que ceñir solo a lo que está comprendido en la cartera de servicios que esté desarrollada en cada servicio de salud, estando muchos tratamientos no incluidos en ella».
Esta falta de autonomía para el Dr. Eduardo Ruiz Marín «resulta frustrante, ya que ves a personas a las que le podrías ayudar y solucionar el problema en un momento y no puedes hacer nada, y le tienes que decir que se vaya a la consulta privada, cuando hay mucha gente que económicamente no se lo puede permitir».
–Burocracia. «La jerarquía de la Administración es demasiado rígida y a veces eso hace que los proyectos de todo tipo vayan lentos y tarden en ejecutarse, terminando por no ver el camino o si merece la pena esfuerzo innovar y mejorar», advierte la Dra. Ma Dolores Temprano.
–Salarios más bajos. En general, los salarios de los dentistas en el sistema público tienden a ser más bajos en comparación con la práctica privada, lo que puede influir en la satisfacción laboral y la motivación profesional.
De hecho, para la Dra. Temprano, «el salario base es muy bajo y los complementos son los que consiguen mejorarlo. Pero, aun así, hay mucha diferencia proporcionalmente a lo que se barajan en otros ámbitos del sector y también respecto a los emolumentos que tienen los médicos de familia y pediatras de Atención Primaria, siendo todos de la misma categoría profesional».